Córdoba es la segunda ciudad de Argentina en cantidad de población (1.882.000 habitantes) y la más grande en extensión (576 km2). Posee una economía diversificada: su industria constituye un centro de producción automotriz y de tecnología, con empresas nacionales e internacionales. Destaca también la industria del conocimiento, el comercio y el turismo. Su vida cultural incluye museos, teatros, galerías, festivales y diversas actividades recreativas, deportivas y artísticas.
Nuestra ciudad, con 450 años de historia desde el momento de su fundación, se ha convertido en un polo de innovación, cambio y disrupción, respetuosa de las ideas, necesidades y tradiciones de los y las cordobesas.
Cuenta con un sistema educativo municipal, oferta educativa de todos los niveles y modalidades, universidad, lo que la convierte en un polo educativo y de innovación. Ciudad históricamente estructurada desde el conocimiento y el aprendizaje – se la conoce como La Docta- siempre ha representado un epicentro de conocimiento, abierto a estudiantes de todas las provincias y del extranjero. Como gobierno municipal diseñamos, gestionamos y evaluamos las políticas educativas que garantizan el derecho a aprender. Nuestro enfoque son los derechos y deberes, con una perspectiva integral e integrada y una mirada ciudadana que compromete su accionar en beneficio del desarrollo personal y social de todas y todos las niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos/as.
El sistema educativo municipal nació para acercar la educación a los sectores sociales más alejados del centro de la ciudad y brindarles oportunidades a niños y niñas que, de otra manera, encontraría muy difícil el acceso igualitario a los bienes de la educación formal.
Los jardines y escuelas municipales se encontraban en la periferia urbana hace 40 años. Fue una decisión visionaria que permitió a estudiantes cordobeses transformar su realidad a través de la apertura al conocimiento, la valoración de sus capacidades y la promoción de sus derechos.
La Municipalidad de Córdoba brinda educación formal en nivel inicial y primario, además de modalidades para jóvenes y adultos y modalidad Hospitalaria (en total suman 78 instituciones); y educación no formal en parques educativos y centros del encuentro barrial (11 instituciones) donde se brindan cursos y capacitaciones de diversas temáticas, construyendo comunidad en sectores urbanos en situación de pobreza estructural. Allí, se atiende especialmente los casos de niños, niñas, adolescentes y adultos con discapacidad, con mirada inclusiva e integradora.
Desde el año 2020, la actual gestión de gobierno estableció dentro del plan de metas introducir y enfatizar la enseñanza de contenidos y aprendizajes relacionados a la cultura digital. Por ello, se hizo una revisión de la propuesta de enseñanza, construyendo de manera participativa una propuesta curricular destinada a estudiantes de nivel inicial y primario. Paralelamente se dotó a las instituciones educativas del equipamiento tecnológico necesario y a la vez se realizaron diferentes instancias de formación a docentes, directivos y técnicos. En ese proceso, identificamos situaciones en las que las y los docentes manifestaban dificultades para trabajar con estudiantes con discapacidad. Concretamente, en el relevamiento realizado en marzo del 2020, los equipos docentes solicitan formación específica para potenciar el uso de TIC en general y, luego de la pandemia, explicitan la necesidad de formarse para atender las situaciones singulares relacionadas a trabajar con estudiantes de este colectivo.
En este punto es importante mencionar que, según datos 2022 (El sistema educativo de la Municipalidad de Córdoba. Evolución y principales características. Período 2022), la cantidad de estudiantes en situación de discapacidad era de 633 estudiantes (3.77%) de los cuales 421 estudiantes (2.51%) acreditaron el Certificado Único de Discapacidad (CUD), que representa el 2,57% de la matrícula total del sistema educativo formal. Respecto de la distribución de estos estudiantes en las instituciones del sistema, no se detectó ningún patrón de concentración específico, por lo que podemos entender que la presencia de estudiantes en situación de discapacidad es similar en todas las instituciones.
Los recursos tecnológicos, junto con los elementos de accesibilidad y la capacitación de los equipos docentes son los tres pilares sobre los que debe construirse un sistema que garantice la plena inclusión educativa y social. La falta o debilidad en alguno de ellos afecta a la fortaleza de los otros dos, y por consecuencia debilita al sistema en su totalidad. Si bien el acceso a la educación de todos los niños y niñas es fundamental, esto cobra aún más trascendencia si consideramos el impacto que ese acceso tiene en la comunidad toda, ya que la falta de acceso a la educación tiene efectos acumulativos generación a generación en una comunidad con contextos socioeconómicos que en general son desfavorables.
Dado que la disponibilidad de equipamiento tecnológico es una realidad en las aulas de las instituciones educativas de la ciudad, es necesario trabajar sobre los otros dos aspectos. Con respecto a los elementos de accesibilidad, actualmente no existe ningún tipo de garantía en relación a su disponibilidad. La participación de niños y niñas en situación de discapacidad en actividades que incluyan la utilización de computadoras está totalmente limitada a las características funcionales y del entorno en cada caso, por lo que, en casi la totalidad de las situaciones el acceso no es posible. Por otra parte, en lo relacionado a la capacitación del equipo docente encontramos una situación similar. Hasta el momento no existen propuestas de capacitación oficiales pensadas específicamente para esta problemática, por lo que esta formación depende de cada docente de manera particular. El resultado está a la vista -considerando lo dicho anteriormente- respecto de la demanda de capacitación que expresaron los equipos docentes en el relevamiento del año 2020.
Por lo anterior es que se requiere de dispositivos más accesibles para dar respuesta a las necesidades de la población con discapacidad.